Bajo la dirección del Sacristán de la Catedral, cada uno de los sacristanes de la Misa montó la credencial para la Misa, colocó las oraciones en el Misal Romano para el sacerdote, sacó las vestiduras del sacerdote, revisó las baterías para el micrófono, publicó varios documentos como las Intercesiones Generales y salmos para cantores y lectores, repartió las hostias para consagrar,  y, en general, asegúrese de que la tabla de credenciales y la mesa de regalos estén configuradas correctamente. Además, también se aseguran de que todas las tampones, cálices y recipientes utilizados para la Misa sean purificados y purificados y devueltos a su lugar en la sacristía y/o preparados para la próxima Misa. Esto incluye la limpieza del incensario y la eliminación del carbón viejo y el revestimiento del incensario. Los sacristanes deben estar bien entrenados en los documentos requeridos para una Misa específica, incluyendo el Ordo, el Misal Romano, el Leccionario Dominical y el Libro de los Evangelios. Además, es posible que se requiera cierto llenado y mantenimiento de velas líquidas y otros artículos. Los sacristanes individuales de la Misa también deben ser capaces de trabajar con otros líderes ministeriales, como los de los Ministros de la Eucaristía y los Lectores, para garantizar que la Misa esté bien dotada de personal.
Contacto: Michael Ognisty en mfognisty@msn.com